Carretero, Campanario, o Paqui "la coles", el turronero y la madre que los trajo al mundo.
Asuntos turbios que serán los jueces quienes tendrán que decir la última palabra y que para nada nos representan a la inmensa mayoría de los ubriqueños, gente tranquila, sencilla que no merecen el trato recibido por esos medios de comunicación que utilizan el nombre del pueblo de un torero para crear un espectáculo televisivo ruin, malintencionado y muchas veces indignante y asqueroso.
Ya tuvimos que aguantar a un malnacido, el tal Miguel Temprano, llamarnos traficantes, que cabrón.
Todavía queda tela, después de la "operación Karlos" viene la "operación Halcón", unos meses más de habladurías de esta calaña que tendremos que aguantar y buscarán otra "coles" para darle el toque graciosillo a este filón mediático que seguro genera mucho dinero.
No todo debería valer, el respeto hacia un pueblo trabajador y con muchos problemas de futuro, debería estar por encima de audiencias y famoseos y si se debería poner mas empeño en destacar su industria de la que, por cierto, han vivido muchas generaciones y es famosa en el mundo entero sin ponerles los cuernos a nadie.
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